
El 7 de julio de 1991 se firmaron los Acuerdos de Brioni, marcando de facto el inicio de la independencia de Eslovenia y frenando, provisionalmente, la desintegración violenta de Yugoslavia.
Europa consigue detener una guerra inminente… por ahora. Con apenas 70 muertos, la independencia de Eslovenia se convierte en la excepción pacífica dentro de una década marcada por masacres y limpieza étnica.
Pero ¿por qué Eslovenia sí y Bosnia no? ¿Qué papel jugó Europa en todo esto?David Gómez te explica cómo un pequeño país alpino logró separarse sin hundirse en una guerra total, y por qué Brioni fue un punto de no retorno en la historia de los Balcanes.